4 de febrero de 2013

The Day

Era 1ero de Diciembre. Pero uno muy diferente a todos los 1eros de Diciembre que ella había vivido. Éste era frío. Muy frío. Quizás unos 8 grados bajo cero. Eso no la impidió levantarse de la cama y arreglarse para  ir al colegio. Lo hizo todo con una sonrisa. Se puso esa remera de H&M que tanto le gustaba, una blanca con un corazón negro. Hizo juego con los jeanes negros, y sus botas de nieve. Se peinó un poco y fue directo a la cocina, todavía con la misma sonrisa con la que se había despertado. Desayunó lo mismo de todos los días : cereales, äpplemuss y leche. "Otra vez ésto" pensó luego de la cuarta cucharada. Pero no le importó. Sentía que ese día iba a ser uno muy bueno como para hacer caso a mínimos detalles. Cuando iba a dejar la casa, casi se olvida que afuera helaba. Subió corriendo las escaleras a buscar su campera de invierno, se cepilló los dientes y se puso un poco de ese rimel que arqueaba un poco más sus pestañas (lo que a él más le gustaba de ella, "Tus ojos, hablan. Dicen algo. Veo mucho en ellos" se lo había dicho varias veces). Y así salió. Agarró su bicicleta y manejo los 2 kilómetros hasta la parada del colectivo. Lo que hizo esa mañana en el colegio, poco o nada influye en este relato. Esas horas encerradas ahí no hicieron más que alentar SU encuentro.
A las 3 de la tarde estaba en la estación del tren. "En 27 minutos voy a verlo" se dijo, intentando en parte calmar su ansiedad, y buscando hacer que su mente pensara en otra cosa más que el frío que estaba empezando a sentir.
"Estás más linda que la última vez que te vi" le dijo, tras un largo abrazo y un beso en la frente. Ella no pudo hacer nada más que sonreír y sentir como sus mejillas se le enrojecían.
Primero fueron a tomar un café. El clima no ayudaba para una linda caminata romántica por las calles de una de las ciudades más afrodisíacas del mundo. Él hablaba. No mucho, lo suficiente. Contaba historias, anécdotas. Confesaba algunos de sus sueños (quiere ser parte de las Fuerzas Armadas de su país).
Y ella lo escuchaba lo máximo que podía, porque a veces se distraía mirando esos ojos azules que la hipnotizaban. Así también se perdía mirando los labios de él. Tan rosados, tan tiernos. "¿Cómo será nuestro primer beso?" se preguntó, avergonzándose segundos después, temiendo que él pudiera leer la mente.
Lo que ninguno de los dos sabía era que ese día, para ellos dos, recién estaba empezando......



Continuará 

2 de febrero de 2013

One per Day




You mad?

Díganme, cómo haces para enojarte con esta cosa?. 
Aunque en navidad se haya comido toda la comida que preparamos durante todo el día, y dejamos en la mesa por un rato.
Aunque una tarde se haya comido todas las facturas que cocine toda una tarde.
Aunque deje mi cama llena de sus pelos blancos.
Aunque en los días calurosos de verano te babee todo con su extremadamente larga lengua.
Aunque a la noche se acueste en mi cama a mirar peliculas conmigo y después no se quiera ir a dormir a la cucha y la tenga que llevar arrastrada por el piso...

CÓMO te enojas con la ternura esta cuando te mira así? 

Y aunque lo nieguen, el perro va a ser siempre el mejor amigo del hombre.

31 de enero de 2013

Some shit that happened far far away.

La distancia puede provocar dos cosas.
Una, fortalecer los sentimientos o dos, hacerte dar cuenta lo bien que podes estar sin esa persona.


Y no sé si está bueno o no.

Y no sé a quien escuchar:a la cabeza, o al corazón.