¡Eso no se hace!

Juan Cruz:  de espalda.
Agustín: de frente.

Esto también pasó el sábado a la noche en la cena que hicieron en mi casa que les conté. 


Agustín tiene tres años y Juan Cruz recién cumplió dos.
Agustín es un ángel. Juan Cruz tiene cara de ángel, pero el demonio por dentro.
Agustín y Juan Cruz van los dos al jardín. Pero Juan Cruz es el más chiquito en su jardín, es una pulga. Sus otros compañeros siempre lo tratan como el looser, le hacen bromas y aveces le pegan. Pobre, Juan Cruz es tan chiquito que no entiende bien como son las cosas y entonces piensa que eso es chistoso, o que no está mal pegar a los demás. ¿Pueden creer que Juan Cruz con sus apenas dos años es una histeria andante?


Bueno la cosa fué así. Juan Cruz y Agustín estaban jugando de repente Juan Cruz se enloquece y le pega a Agustín. Este, pone una cara de enojado mal y le dice :

A: ¡Eso no se hace! Le voy a llamar a mi papá para que te rete.
Jc: ...-recién cumplió dos años y no habla mucho.
A: Si vos me seguís pegando, ¡no voy a jugar más con vos!
Jc: ...-le miraba con una cara de ? Qué me quiere decir este?. Y le pega otra vez.
A: Listo, no juego más con vos.! Mi papá me dijo que los nenes malos son los que pegan, ¿por que pegas?.- Acto seguido, Agustín se pone de pie, y con su dedo lo apunta como para darle un sermón y le vuelve a decir.- A los chicos no se les pega, por que le duele mucho. ¿Me entendiste?. ¡No me pegues más!
Jc:...- parece que entendió todo, se queda callado un ratito. Se para, y ahora es el quien sermonea a Agustín, le apunta con su dedo y le dice "bla bla bla blaa bla". Le pega un grito, se da vuelta y se sienta.

Fue extremadamente cómica la escena. Y ahí me di cuenta, pobre Juan Cruz, siempre imitando todo lo que ve que los demás hacen. Y me dí cuenta también, de lo linda que era la vida cuando eramos pequeños. Bueno, mejor dicho, de lo fácil que se solucionaban los problemas. Con un simple "le voy a decir a mi papá". ¡Ja!